Complicado partido para el Abadiño el disputado el pasado sábado en Ermua ante un rival fuerte y que sabía cómo hacer daño. El equipo estuvo bastante flojo durante toda la primera parte, y pese a que dispuso de algunas ocasiones claras por parte de Dani o Enaitz para abrir el marcador, el Ermua llegaba con más peligro a la portería de Imanol.
Al equipo le costaba replegarse, y en una contra bien organizada por el Ermua vino el primer tanto del partido en posición dudosa. Un 1-0 merecido, ya que el equipo local estaba presionando con muchísima intensidad. Al equipo le costó reaccionar, pero justo antes del descanso vino el gol del empate. Uchuari recogió un balón en el centro del campo, y tras una carrera en solitario logró plantarse frente al portero y cruzar el balón para poner las tablas en el marcador.
Tras el descanso, el equipo cambió la actitud, y pese a que había momentos en los que el Ermua creó ocasiones de peligro, el Abadiño se aproximó en numerosas ocasiones al área rival. Tras un lanzamiento de córner, Enaitz peinó el balón al segundo palo, y Xabi Guezala, muy atento, puso el 1-2 en el marcador tras rematar de cabeza al fondo de la red.
Con ese resultado el equipo rival se encerró un poco más en su área, y eso permitió que el Abadiño ampliase aún más la distancia en el luminoso. Alex, tras peinar de cabeza un buen balón le dejó el gol en bandeja a Uchuari, y este no falló para marcar su segundo tanto del partido.
El definitivo 1-4 fue obra de Eneko Gil, que jugó unos minutos como mediocentro, y tras una buena combinación del equipo disparó desde la frontal del área marcando un auténtico golazo , logrando así, su primer tanto como jugador del Abadiño.
Pese a la victoria final, el equipo estuvo muy lejos de su mejor versión, y hay muchísimos aspectos que mejorar de cara al siguiente partido. Toca trabajar duro. #AupaAbadiño
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