Partido para olvidar de un equipo sin alma que no tiene nada que ver con lo que se ve durante la semana. Un equipo que es un placer enorme poder entrenarlo y poder compartir tiempo con ellos, muchos fines de semana es un equipo sin alma, sin confianza y sin entrega, aunque luego al que le molesta y duele el aspecto de no sacar los puntos. Y eso que parecía que todo iba a comenzar bien ya que Uranga, por fin, acababa marcando su primer gol en cadetes en un remate fuerte desde fuera del área. Una pena que la alegría no durase mucho ya que un despropósito defensivo hacía que el Bermeo empatase el partido. Y no solo empatar, sino comer la tostada a un equipo que desapareció del campo.
La segunda mitad fue horrible. El equipo no acabó de arrancar e hizo una segunda parte en la que encajó tres goles. Nada de alma ni ganas de remontar y un equipo con presión, demostrada en algunos detalles, que seguramente sea el entrenador quien esté fallando y no esté dando en la tecla para poder cambiar el rumbo del equipo. Al final, el equipo perdió 4-1 en Bermeo dando una imagen de equipo pequeño.
Una semana de semana santa para poder despejarse y volver con las pilas recargadas. Yo como entrenador no tengo más que decir que intentaremos remontar esto, pero para eso necesitamos que los 23 que conformamos este equipo estemos a una y pongamos todo lo que esté en nuestras manos para poder sacarlo adelante. Orgulloso y con ganas de seguir trabajando con vosotros equipo. GOAZEN AURRERA! Como siempre decimos: “por los que nos han hecho estar aquí, por nosotros y por los que vendrán, dejemos el pabellón lo mejor posible”.
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