BIENVENIDOS A HONOR. Este podría ser el titular del partido que enfrentó al Gernika y al Abadiño de cadetes el sábado en Astola.
El partido comenzó con buen ritmo por parte de los dos equipos, aunque con algo más de dominio del equipo local. Pero pronto ese dominio se disipó y el partido entró en un intercambio de roles. El Abadiño fue quien dispuso al inicio de las ocasiones más claras, fallando las que no se pueden nunca fallar y menos en honor. Como bien sabemos, cuanto mayor sea la categoría menos se puede perdonar. Una doble jugada, una internada por banda, un palo… pero nada. El balón no quería entrar. Y debido a esto, el Gernika comenzó a tener algunos acercamientos con peligro, estrellando hasta un balón contra el larguero en un saque de esquina. Al final fue el Gernika el que se adelantó en el marcador en los minutos finales de la primera mitad, tras un buen pase al espacio y posterior pase atrás. El Abadiño defendió mal esa jugada con poca sangre y cero tensión. Con el resultado de 0-1 nos íbamos al descanso.
La segunda mitad comenzó con el Abadiño intentando empujar un poco arriba. La salida de Cristian al partido revolucionó un poco el encuentro. El Abadiño encontraba al jugador con chispa y carácter que tiene en el 7 verdiblanco. Lucha y entrega, lo que a muchos les había faltado en la primera mitad.
En un balón en largo al espacio de Rodri, el defensa del Gernika se tragaba el balón y dejaba a Bikan solo delante del portero. Sin ponerse nervioso y con tranquilidad, regateaba al portero y mandaba el balón al fondo de la red. Corría el minuto 50 y el Abadiño veía con grandes posibilidades que la remontada estaba cerca. El Abadiño fue quien dispuso de mayores llegadas, aunque no tan claras como las de la primera mitad. Pero fue el Gernika el que en los minutos finales, metía el gol de la victoria. Dejando al Abadiño con una cara mustia y con 0 puntos en la clasificación.
Partido para aprender y para darnos cuenta algunos de lo que es honor. No se puede perdonar si quieres ganar el partido. Años atrás quedaron los partidos en los que si entrabas dormido luego te daba tiempo a reaccionar. Cuanto mayor es la categoría, más se pagan los errores. Pese a ello, son cosas que se irán mejorando y que estamos tranquilos porque tenemos plantilla como para poder enmendar esos errores.
Ahora toca pensar en el Lekeitio y a sacar la garra que teníamos antes del último confinamiento.
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