Triunfo del equipo verdiblanco frente a un buen Santutxu el domingo por la mañana. El equipo verdiblanco conseguía una victoria frente a un rival que en la segunda parte, sobre todo, complicó mucho las cosas a los verdiblancos. Pero pese a esas complicaciones, el equipo verdiblanco salió victorioso y los tres puntos se quedaron en Astola.
El partido comenzó de la mejor manera posible con un golazo de Ezpeleta. El jugador recibió un balón a la altura tres cuartos del campo y rápidamente controló y golpeó por alto metiendo el gol por la escuadra y haciendo el 1-0 del partido. El Abadiño en esta mitad fue superior al equipo de la capital, pero se precipitaba en muchas ocasiones. La defensa del Abadiño cometió también algunos errores en salida, pero luego los subsanaba bien. Sobre todo, cabe destacar la seguridad que el Txopo daba al equipo en todos los balones. El Abadiño en esta mitad fue más dominador y es quien más tentaba la portería rival, pero no teniendo ese acierto. Al acabar la primera mitad, ningún gol más había subido al marcador.
En la segunda mitad, el Santutxu mejoró mucho y al Abadiño le tocó amarrar. En un robo en el medio del campo, Iza metía un balón para que Peio, que está a un nivel muy bueno, conseguía marcar el 2-0 en el marcador. Esa ventaja daría “cierta relajación” aunque está claro que todo resultado nunca es suficiente en un partido, ya que en cualquier momento se pueden complicar las cosas. El Santutxu seguía mejor que el Abadiño y ahora es quien tenía más acercamientos a la portería defendida por Danel. Cuando el tiempo reglamentario estaba a punto de acabarse, el gran Txopo verdiblanco sacó el pie con grandes reflejos para poder evitar el gol que le daría vida al Santutxu. Después de esto, pocas ocasiones más en el partido que acabaría con la victoria verdiblanca.
Cabe destacar de este partido el aporte del Txopo y la pelea del equipo para poder conseguir los 3 puntos frente a un equipo potente como el Santutxu. Gran resultado después en este mes potente con partidos duros. Aunque como bien se repite una y mil veces, lo sentimos pero en DH no hay ningún partido fácil.
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