El Abadiño se enfrentaba al Berriz esta semana, un equipo que lucha por el ascenso y se encuentra arriba en la clasificación. Ni mucho menos sirvió eso como motivación a la hora de saltar al campo. El Abadiño, cómo está siendo habitual en los últimos partidos, salió sin actitud al terreno de juego. Mucha imprecisión con balón, y poco trabajo sin balón es lo que se vio del equipo verdiblanco. En la primera parte no hubo muchas ocasiones por parte de ningún equipo, el Berriz creó algo más de peligro pero tampoco lo suficiente como para poder adelantarse en el marcador.
En la segunda parte, el Abadiño hizo un cambio y cambió la formación, en un principio se vio una ligera mejora por parte de los de Astola pero cuando cada vez iba a más el equipo, llegó el gol del Berriz. Desde ahí hasta el final, el Abadiño dispuso de dos ocasiones claras, una de penalti y otra en el minuto final para empatar, pero no se pudieron aprovechar.
Muy mal partido del equipo y muy poca autocrítica para poder darle la vuelta a esta situación. Con este, son ya 3 partidos sin marcar de 7 jugados. Queda mucho trabajo si queremos competir frente a este tipo de rivales, y el trabajo empieza por asumir los errores que hacemos, en lugar de mirar hacia otro lado.
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