Un partido para olvidar en cuanto a lo estrictamente futbolístico, pero para recordar y tomarlo como un aprendizaje más en la etapa de formación de nuestros chavales.
Un paralelismo de la vida, donde el que no se esfuerza y no trabaja no puede lograr lo que se propone y para ello hay que sacrificarse y dar lo mejor de uno mismo. Los premios no vienen por sí solos, cada uno se lo tiene que ganar con el trabajo y la constancia diaria. Muchas veces en la vida hay que dar un paso atrás para dar un salto mayor, esperemos que este paso atrás sirva para avanzar en la formación. Aupa Abadiño!!!
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