Partido muy complicado y muy intenso el que disputó el Abadiño el pasado Sábado ante un rival que le puso muy difíciles las cosas en el de ida, y que apretó aún más si cabe en el partido de vuelta.
El Abadiño comenzó combinando y creando buenas jugadas, aparentemente sin muchos nervios. El gol tardó mucho en llegar, ya que la defensa visitante realizo un partido muy serio en ambas partes. El Abadiño no encontraba los espacios, y cuando los encontraba, el equipo rival recuperaba la posición muy rápido.
El primer tanto del partido fue obra de Enaitz. El central ejecutó a la perfección una falta directa logrando un auténtico golazo, y adelantó a los locales.
La primera mitad acabo con el resultado de 1-0, que podía haber sido aún más ajustado, ya que el Artibai dispuso de alguna que otra ocasión clara para poder lograr la igualada.
En la segunda mitad, el equipo salió a buscar el segundo tanto, y de nuevo le costó muchísimo llegar a portería.
Fue Uchuari, quien logró el segundo tanto del encuentro tras una gran jugada personal. El delantero disputó el balón en velocidad con los dos centrales visitantes, y tras ganarles la partida, se plantó frente al portero y reventó el balón para poner el 2-0 en el marcador.
El equipo rival no se vino abajo, y aprovechó los dos graves fallos de la defensa local para lograr la igualada. El 2-1 vino tras un mal entendido en la defensa. El delantero visitante aprovechó un mal pase y se plantó en el interior del área grande para recortar distancias.
El definitivo 2-2, de nuevo, vino tras un grave error en defensa. El delantero visitante aprovechó el fallo, y definió a puerta vacía.
Resultado muy justo, no siempre se puede ganar (no se nos debe olvidar nunca), esto es fútbol y hay muchos factores que no se pueden controlar y que hacen que este deporte sea tan bonito. Toca corregir los errores cometidos durante todo el encuentro y preparar el partido de Ermua. De nuevo, otra final.
Estamos seguros de que el equipo lo hará mucho mejor, a por todas chavales! #AupaAbadiño
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