Prometía un partido muy intenso como suelen ser normalmente todos los derbis, pero fue un encuentro sin muchas ocasiones, donde los verdi-blancos estuvieron bien en la presión y fruto de ello sólo tuvo prácticamente una ocasión peligrosa el equipo durangués de una falta directa en la primera parte. Esa fue la única vez que actúo el portero de casa bajo palos.
Tampoco tuvo el Abadiño muchas más ocasiones aunque las tuvo más claras y jugaba muchas fases del partido en campo contrario. El único gol del encuentro vino de una falta donde el equipo blanqui-azul metió en propia puerta.
Sin mucho más que resaltar, el domingo toca un partido difícil contra el retuerto donde habrá mucha más intensidad (no será difícil). Aupa Abadiño!!
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