Partido intenso el que se vivió en Mungia, aunque el marcador de 1-3 parece más cómodo de lo que realmente fue. El Abadiño golpeó temprano, muy temprano. Solo habían pasado 3 minutos cuando Maren se sacó de la manga un golazo que dejó helado al Mungia. Fue un inicio fulgurante para los visitantes, pero los locales no bajaron los brazos y plantaron cara durante todo el primer tiempo.
El Mungia jugaba bien, combinaba y llegaba con peligro, pero en el fútbol lo que cuenta es meterla. Y el Abadiño no perdonó cuando tuvo las suyas. El segundo gol llegó gracias a un centro espectacular de Oihan, que Revuelta remató como un manual de delantero puro. Perfecto, al fondo de la red. Y cuando parecía que el Mungia podía mantenerse vivo, llegó otro mazazo antes del descanso. Otro centro de Oihan, esta vez con ayuda del portero local, que falló en el despeje y puso en bandeja el tercero. Con el 0-3 se fueron a vestuarios, pero ojo, que el marcador no reflejaba la pelea que estaba dando el Mungia.
La segunda parte fue menos vistosa. El Abadiño se dedicó a gestionar la ventaja, pero el Mungia no se rindió. En el minuto 65 consiguieron recortar distancias con un gol que les devolvió algo de esperanza. A partir de ahí, los locales metieron más ganas que cabeza, pero pusieron en aprietos al Abadiño, que tuvo que ponerse serio atrás para evitar más sustos.
Al final, 1-3 y victoria para el Abadiño, que sacó provecho de los errores del rival y su efectividad a balón parado. El Mungia, aunque no consiguió puntuar, dejó claro que tiene fútbol y carácter para seguir dando guerra. Partido interesante, aunque al Abadiño le salió mejor el guion.
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