El cadete A perdió dos puntos y gracias. El equipo verdiblanco parece vivir en unas navidades constantes y regala ocasiones y goles al rival con una facilidad preocupante. El equipo verdiblanco fue superior al Urdaneta, pero no se llevaron los 3 puntos del colegio, frente a un equipo que daba el punto como bueno desde un inicio. El Abadiño, tras jugar todo el inicio de la primera mitad en campo rival y con dominio del balón, empezaba perdiendo el partido en un golpeo desde fuera del área de un jugador rival que la colocaba en la escuadra. Imposible para el portero. Pese a ello, el equipo al salir ese balón fuera, tampoco fueron a intentar lucharlo. El Abadiño despertó y con un córner y una preciosa jugada por dentro con remate final de Santos, acabó remontando el partido en la primera mitad. Pese a ello, el resultado no sería el de 1-2 debido a que el Abadiño se vistió de Olentzero para regalar alguna ocasión al rival para que encontrase el empate. Y gracias, porque previamente había regalado otro. Con dicho resultado, el Abadiño se iba al descanso. El Abadiño en esta segunda mitad, llegó también a la meta rival, aunque la mejor de la segunda mitad el Abadiño fue en una ocasión cuádruple en la que por una parte el portero, por golpear al rival y la falta de acierto hizo que el gol no entrase. Los cambios encima no hicieron el efecto que se quería reflejar, quitando el de Unzueta que tuvo una gran ocasión que por no rematar con la izquierda, se quedó en una ocasión más del partido. Al final, el partido se volvió algo loco y se daba “por bueno el punto” después de un descontrol final claro.
La sensación al final del partido fue de 2 puntos perdidos. 2 puntos perdidos por un equipo que tiene que aprender a tener esa calma y a intentar darlo todo y jugar en equipo. Tener calma cuando hay que tenerla y tensión cuando aprecie. Esa madurez futbolística que es complicada tener muchas veces, pero esa confianza de hacer lo que realmente se sabe. Cuando se pide de más a un equipo que no puede darlo, se hace mal. Pero es que no es el caso. Este equipo PUEDE dar más, pero para ello toca demostrarlo día a día y no por ser en algunos momentos superiores en el partido alguien se puede relajar. Porque desde el primer momento en el que te relajas, pierdes esa supuesta superioridad que tienes. Menos excusas y más autocrítica. Luchar todos a una, unidos por darlo todo en los 80 minutos. Toca coger el cuchillo entre los dientes y olvidarse de las pistolas de agua.
PUNTOS: 3) JONAN 2) ZURI 1) MARTZEL
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