Partido muy feo para ver y con un final cruel para el Abadiño. El equipo venía de una mala dinámica y con una moral bastante baja, pero los buenos entrenamientos y el parón de navidad hicieron olvidar todo el pasado. Con ello, llegaban al partido con ganas de reivindicarse y demostrar que tienen más nivel de lo que refleja la clasificación.
El partido fue muy feo durante los 80 minutos, con poco juego y muchas disputas y eso le perjudicó mucho al Abadiño ya que el rival era prácticamente un año mayor. Pese a ello, el equipo compitió muy bien y en el minuto 20, Yassin consiguió adelantar a los de Astola con un gol de delantero puro. Pocos minutos después, el equipo desaprovechó una acción con la portería vacía y eso les hizo irse al descanso con la cabeza baja. En el vestuario la sensación era de que la suerte siempre va a nuestra contra y que cuando podíamos tener el partido bastante de cara, lo teníamos a solo un gol del empate.
En la segunda parte el equipo salió con miedo y con el único objetivo de mantener el resultado, ya que se veía clara la oportunidad de poder volver a ganar. Con ese miedo es muy difícil mantener la portería a 0 durante 40 minutos, y así fue, en un error de salida de balón, el Durangoko marcó un golazo de fuera del área para hacer el 1-1. A partir de ahí, ocasiones para ambos equipos que buscaban la victoria. Un paradón de Aratz nos hizo seguir creyendo pero un tiro al palo de Ibai y un gol que le sacan en la línea a Eneko en el último minuto, terminó de hundir al equipo.
La sensación del equipo al terminar el partido fue la más dura que se ha visto hasta el día de hoy. El equipo sigue creciendo y haciendo méritos para conseguir los tres puntos pero detalles mínimos están haciendo que se nos escapen. El trabajo realizado está siendo cada vez mejor y estamos convencidos de que pronto llegarán las victorias.
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